miércoles, 27 de mayo de 2009

La performance es una expresión artística trangresora, no sólo de valores estéticos, sino también de las absurdamente rígidas normas lingüísticas

Un día, el pequeño poeta de bolsillo y Jacques asistieron a una presentación de una amiga del poeta: la Artista Vanguardista [el ripio es intencional]. La Artista Vanguardista era a ratos poetisa, a ratos vocalista de un proyecto musical "de avanzada", a ratos bailarina de bellydance, a ratos "artesana" creadora de soberbios collares, pulseras y trencitas en el pelo, y a ratos vendedora de bocadillos macrobióticos; se rumoraba además, que en sus años mozos había sido aprendiz de la mismísima María Sabina; sin embargo, en últimos días lo suyo era la performance.

Jacques miró el escenario y la escenografía: previamente la Artista Vanguardista había trazado dos círculos concéntricos; en medio de ambos círculos escribió unas cuantas frases en árabe que nadie pudo descifrar (alguien dijo que simplemente decía: "jocoque seco con sal a precios tan bajos que son una afrenta a Alá", pero seguramente era algún envidioso de la fama y talento de la Artista). En el centro del círculo había escrito una palabra de tres letras. En el exterior de los círculos dispuso al azar varias figurillas que representaban soldados en combate (alguien más dijo que eran soldaditos de los que dan como premio al jugar a las canicas en la feria, pero seguramente era otro envidioso).

La performance inició, la Artista Vanguardista salió ataviada con una falda vaporosa y una blusa de batik, calzaba huaraches de suela de llanta, de su falda colgaban figurillas de soldados colocadas con maestría, su rostro, enmarcado por su roja cabellera, estaba adornado con brillantina. La Artista Vanguardista inició una danza sin música alrededor de los soldados colocados fuera de los círculos, a ratos realizaba extrañas contorsiones y gesticulaciones. Poco a poco fue acercándose bailando hacia las figurillas; cuando estuvo justo a un lado de una detuvo de repente sus movimientos y todo quedó en silencio; de repente, un grito proveniente del escenario inundó el lugar, la artista pisó con furia una de las figurillas; nuevamente el silencio, otro grito y otra figurilla aplastada; los espectadores vieron como una a una, las figurillas fueron trituradas por el poderoso huarache de la performancera.

Cuando el último soldado del piso fue destruido, la Artista Vanguardista reanudó su danza; trazando una espiral imaginaria, fue poco a poco acercándose a los círculos; cuando finalemente estuvo en el círculo interno, donde estaba escrita la palabra de tres letras, detuvo nuevamente su danza y comenzó a arrancar con delicadesa las figurillas atadas a su falda y las arrojó hacia el público. Cuando el último soldado fue arrojado, la Artista fue dejándose caer suavemente dentro del círculo y empezó a llorar. Las luces se apagaron y los asistentes se deshicieron en gritos y aplausos.

El publico abandonó el foro, pero el pequeño poeta de bolsillo y Jacques se quedaron sentados en sus lugares; varios minutos después de que las luces fueran encendidas, el poeta comentó pretendiendo disimular su emoción:

-Esta performance fue genial, la Artista Vanguardista explora con maestría el devenir del ser dentro un marco referencial bélico; nos demuestra cómo el ser-lúdico, representado por la danza, es capaz de terminar con el odio; las figurillas pisoteadas, emulan no sólo a las fuerzas represivas del estado, sino a todas las personas que son sólo marionetas de un sistema que degrada el espíritu humano y lo inmoviliza; el llanto al dejarse caer en el círculo interno nos recuerda que sólo al terminar con la guerra, tanto la que libran los ejércitos como la que se lleva a cabo dentro de nosotros, lograremos la catársis y la liberación del ser. ¿Notaste las connotaciones culturales de las frases en árabe? ¿Comprendiste acaso, la compleja polisemia de los círculos concéntricos?

Jacques miró el escenario vacio, leyó la palabra de tres letras escrita dentro del círculo donde la Artista Vanguardista lloró y dijo:

-PAZ, se escribe con Z, no con S...





viernes, 22 de mayo de 2009

Tiempos electorales

Asta su Abuelo, Capricho 39, Francisco de Goya

Las elecciones de julio están ya a la vuelta de la esquina, los mexicanos nos enfrentamos al difícil dilema de decidir quiénes serán los candidatos que obtendrán un escaño y engalanarán, con su honorable presencia y ardua labor, la Cámara de Diputados y el Senado; por esta razón su blog, Jacques el Fatalista, busca promover en el lector el sano debate y la siempre fecunda reflexión política:

A UN ASNO

Pacer y rebuznar: ¡Esa es tu vida!
Extraño a otros deberes y otros goces,
cuando sueltas al aire un par de coces
tu borrical misión hallas cumplida.

Ni te enoja la hierba por crecida,
ni al que te sirve el pienso desconoces;
y lo mismo a los palos que a las voces,
mueves con gratitud la oreja erguida.

¡Cuadrúpedo señor del prado ameno!,
que de ventura en él hagas acopio,
limitándote a ser paciente y bueno.

¡Ay! ¡Cuántos como tú nos dan el opio
en el Congreso por impulso ajeno
y en Senado por derecho propio!

Manuel del Palacio (1831-1906)




lunes, 18 de mayo de 2009

La creación artística y su similitud con ciertos aspectos teológicos

El pequeño poeta de bolsillo, buscando emular a los letrados simbolistas, pidió un absinth y se sentó en una mesa del decadente local; la mesera le respondió:

-Señor, en Vips sólo servimos cerveza y clericot preparado con vino de tetrapack.

Sin responder, y mirando con desdén a la mesera, el pequeño poeta extrajo del bolsillo de su abrigo una tabaquera, tomó un cigarrillo y lo puso con parsimonia entre los labios; estaba a punto de encenderlo cuando llegó el gerente del lugar.

-Caballero, de acuerdo a la recientemente aprobada Ley Antitabaco está prohibido fumar en este establecimiento.

El bardo de bolsillo refunfuñó, guardó sus tabaquera llena de Delicados y dijo con pretendida autosuficiencia a Jacques:

-Tengo como principio básico nunca corregir mis odas y elegías; mis textos se quedan como están; el corregir la obra propia significaría reconocer la falta de perfección del creador.

Jacques tomó una de las hojas que el poeta había dejado sobre la mesa, leyó unos cuantos poemas cacofónicos y ripiosos, y contestó:

-Vaya, ahora entiendo porqué dicen que los artistas son como los dioses...



Decamerón Bloguero

Durante los días de encierro a los que la influenza nos orilló, y mientras su servidor perdía el tiempo escribiendo parodias al Decamerón de Bocaccio, la bloguera y artículista Lorena Sanmillán tuvo la genial idea de realizar, no una pobre parodia (como la de su servidor), sino una imitatio (en el sentido renacentista) de la esencia del texto del humanista italiano.

De modo que lanzó una convocatoria abierta para enviar cien textos que emulen las cien historias que dan forma al texto renacentista. La convocatoria está abierta para cualquiera que desee participar dejando un cuento, crónica poesía, ensayo, reflexión o cualquier híbrido que se les ocurra en este enlace.

Los textos enviados están siendo publicados en esta dirección:

Decamerón Bloggero

sábado, 9 de mayo de 2009

El pequeño poeta de bolsillo discute algunos aspectos de la poiesis

El pequeño poeta de bolsillo observó a Jacques de arriba a abajo, hizo una mueca de conmiseración y declaró:

-Yo no me sujeto a las anquilosadas reglas de la rima, la métrica y el ritmo, mi inspiración no tiene cadenas y está libre de ataduras... por eso me comparan con Pound, Eliot y Whitman.

Después se puso de pie, hinchó el pecho y soltó:

En la perpetua profundidad de la espiral,
paseando en la oscuridad
de cavernas sin fin
mi alma
escarba sus llagas purulentas de olvido...

Jacques observó al pequeño poeta de abajo hacia a arriba, lo miró a los ojos con seriedad y contestó,

-Yo no me sujeto a las anquilosadas reglas de sintaxis, gramática o concordancia, mis creaciones no tienen cadenas y están libres de ataduras... por eso me han comparado con Tristan Tzara.

Dicho ésto, se sentó, tomó aire y suavemente declamó:

Arriba los perpetuas profundidad para lo espirales,
hubieses pasar cabe el oscuridad
del cavernas no fin
mio almas
escarbado su llagas purulenta los olvido...






...Y a veces -añadió Jaques-, ni siquiera me dejo encadenar por la propia lengua, mi inspiración no se deja inmovilizar por la doble articulación del lenguaje, Martinet, te la pelaste.

Después se acostó, soltó su hinchada barriga y murmuró:

df lwe ierpectus irudyfbduad rf lrt ierurajts,
ñecendjfo un kw ucrgutufnf
rf jugtedvde vrf grf
ul ijlo
etbigtoi oyu kkriue oyeikwbrsd fr ikcufp...



-por ésto me han comparado con Viktor Frankenstein

Pará-citas: Calíope, Melpómene, Polimnia, Talía y el poeta

El pequeño poeta de bolsillo dijo:
-Las musas que inspiran al poeta, son putas que cobran con dolor...

...y Jacques contestó:
-Cobrar es la inspiración del poeta, con dolor por falta de putas musas...

viernes, 1 de mayo de 2009

El Decamerón, Región 4


[Edición comentada]

Digo, pues, que ya habían los años de la fructífera [¡ja!] Transición [¡jajaja!] Democrática [---el autor se acaba de orinar de tanto reir---] llegado al número de nueve cuando a la egregia ciudad DeFlorencia, polutísima comparada con todas las ciudades de Italia [por supuesto –diría el cosmopolita- ¿Cómo comparar el 1er y el 3er Mundo?], llegó la mortífera peste que o por obra de los cuerpos superiores [o inferiores, según el tamaño del chancho y de la persona con la que se compara] o por nuestras acciones inicuas [recordad la prohibición de monseñor Norberto Rivera de ingerir carnitas durante la Semana Mayor] fue enviada sobre los mortales por la justa ira de Dios [y por la ambición de Sanofi-Pasteur] para nuestra corrección, que había comenzado algunos días antes en las partes orientales [específicamente en una granja ubicada en Perote, Veracruz] privándolas de gran cantidad de vivientes [y malvivientes, que la peste se lleva tanto ciudadanos ejemplares como lacras sociales] y, continuándose sin descanso de un lugar en otro, se había extendido miserablemente a Occidente. Y no valiendo contra ella ningún saber ni providencia humana (como la limpieza de la ciudad de muchas inmundicias [léase estudiantes] ordenada por los encargados ello y la prohibición a todos los enfermos [y no enfermos] de comer fuera y los muchos consejos dados para conservar la salubridad), ni valiendo tampoco las humildes súplicas dirigidas a Dios por las personas devotas [y dirigidas a las farmacéuticas por aquellos más realistas] no una vez, sino muchas ordenadas en procesiones o de otras maneras [¿aquelarres? ¿sacrificios humanos a Huichilobos?], casi al principio de la primavera empezó horriblemente y en asombrosa manera a mostrar sus dolorosos efectos.



Y no era como en Oriente, donde a quien salían mucosidades por la nariz le era manifiesto signo de muerte inevitable, sino que en su comienzo nacían a los varones y a las hembras semejantemente en las ingles o cerca de las axilas ciertas hinchazones [el proceso se denomina PU-BER-TAD] que algunas crecían hasta el tamaño de una manzana y otras de un huevo [dependiendo del sexo], y algunas más y algunas menos, que eran llamadas bubas por el pueblo [el pueblo siempre con sus eufemismos, yo les digo simplemente, tetas]. Y de las dos dichas partes del cuerpo, en poco espacio de tiempo empezó la pestífera buba [las lesbianas y los hombres heterosexuales generalmente no las consideramos "pestíferas"] a extenderse cualquiera de sus partes indiferentemente [eso sí no nos gusta], e inmediatamente comenzó la calidad de dicha enfermedad a cambiar en manchas negras [pero si fueran güeritas ni protestaban, ¿verdad?] o lívidas [OK, me retracto de mis comentarios susceptibles y victimistas] que aparecían a muchos en los brazos y por los muslos y en cualquier parte del cuerpo, a unos grandes y raras y a otros menudas y abundantes [y yo que creía que venían por pares].



Y así como la buba había sido y seguía siendo indicio certísimo de muerte futura [eso si que es una imagen pachequísima: la madre lactante como augurio de que desde le nacimiento tenemos firmado un pacto con la muerte… ¡hsssst! ¡güeeeeeey!], lo mismo eran éstas a quienes les sobrevivían. Y para curar tal enfermedad no parecía que valiese ni aprovechase consejo de médico o virtud de medicina alguna [¿no leyeron que el virus AH1N1 es una nueva mutación nunca antes vista?]; así, o porque la naturaleza del mal no lo sufriese o porque la ignorancia de quienes lo medicaban no supiesen por qué era movido y por consiguiente no tomase el debido remedio, no solamente eran pocos los que curaban [aunque el secretario de Salud diga lo contario] sino que casi todos antes del tercer día de la aparición de las señales antes dichas, morían.



Y esta pestilencia tuvo mayor fuerza porque de los que estaban enfermos de ella se abalanzaban sobre los sanos con quienes se comunicaban, no de otro modo como hace el fuego sobre las cosas secas y engrasadas cuando se le avecinan mucho [otra forma de verlo es que los enfermos querían que los sanos disfrutaran también de los amorosos cuidados y atenciones de una enfermera malencarada y malhumorada]. Y más allá llegó el mal: que no solamente el hablar y tratar con los enfermos daba a los sanos enfermedad o motivo de muerte común, sino también tocar los paños o cualquier otra cosa que hubiera sido tocado o usada por aquellos enfermos [por eso la recomendación de lavarse las manos frecuentemente]. Y asombroso es escuchar lo que debo decir, que si por los ojos míos propios [y se quejan del "oríllese a la orilla" y del "suba para arriba"] no hubiese sido visto, apenas me atrevería a creerlo, digo que, estando los despojos de un pobre hombre muerto de tal enfermedad arrojados en la vía pública y, tropezando con ellos dos puercos y, como según su costumbre se agarrasen y le tirasen al hombre de las mejillas [ojo por ojo y... buche y nenepil por buche y nenepil], un momento más tarde, tras algunas contorsiones y como si hubieran tomado veneno, ambos a dos cayeron muertos en tierra sobre los maltratados despojos [¡vaya! ¿quién pensaría que los taquitos de homo sapiens sapiens le causan empacho a los marranitos?]. De tales cosas, y de bastantes más semejantes a éstas y mayores, nacieron miedos diversos e imaginaciones en los que quedaban vivos [¿alguien dijo teorías de conspiración?], y casi todos se inclinaban a un remedio muy cruel como era esquivar y huir a los enfermos y a sus cosas [¿crueldad? no es más que simple precaución]; y haciéndolo cada uno creía que conseguía la salud para si mismo.


Y había unos que pensaban que vivir moderadamente y guardarse de todo lo superfluo [algunos le llamamos pobreza extrema] debía ofrecer gran resistencia al dicho accidente y, reunida su compañía, vivían separados de todos los demás. Otros, inclinados a la opinión contraria, afirmaban que la medicina certísima para tanto mal era el beber mucho y el gozar y andar cantando de paseo y divirtiéndose y satisfacer el apetito con todo aquellos que se pudiese [algunos les llamamos también cerdos-capitalistas-burgueses-hedonistas]. Y en tan gran aflicción y miseria de nuestra ciudad estaba la reverenda [pendeja] autoridad de las leyes, de las divinas como de las humanas, toda caída y desecha por sus ministros y ejecutores que, como los otros hombres, estaban enfermos o muertos [se vale soñaaaar…]. Muchos otros observaban, entre las dos dichas más arriba, una vía intemedia ni restringiéndose en las viandas como en los primeros ni alargándose en el beber y en los otros libertinajes tanto como los segundos, sino suficientemente, según su apetito [según Dante, los lugares mas calientes del infierno están reservados para los indecisos y para los vacilantes, asi que deciden... o deciden].


Algunos eran de sentimientos más crueles [yo diría prácticos] diciendo que ninguna medicina era mejor ni tan buena contra la peste como huir de ella; y movidos por este argumento, no cuidando de nada sino de si mismos, muchos hombres y mujeres abandonaron la propia ciudad, las propias casa, sus posesiones y sus parientes y sus cosas [¿escuché acaso Acapulcazo?], y buscaron las ajenas, o al menos el campo. Si yo pudiera contar todo lo que mis ojos presenciaron, ¿oh cuántos memorables linajes, cuántas famosas riquezas se vieron quedar sin sucesor legítimo [aquí viene Marcelo y su Ley de Extinción de Dominio]. Cuántos valerosos hombres, cuántas hermosas mujeres [creo escuchar los animados pasos de un necrofílico], cuántos jóvenes gallardos a quienes no otros que Galeno, Hipócrates o Esculapio hubiesen juzgado sanísimos, desayunaron con sus parientes y amigos, y llegada la tarde cenaron con sus antepasados en el otro mundo.

Finalmente, otros decidieron que la mejor solución eran el enclaustramiento, y se preparon para vivir en el ostracismo hasta que la peste cediera [o hasta que se terminaran las maruchan, lo que sucediera primero] y, pensando que lo mejor forma para matar el tiempo sería [sin contar claro, saludarlo de mano o de beso] contando una historia, se decidió que cada nueva jornada uno de los enclaustrados compartiría un texto con los demas. La peste cedió [o eso dice el Secretario de Salud] antes de la siguiente luna, pero los que se decidieron por el encierro, estuvieron tan a gusto que se quedaron contando, recitando y escuchando, cien días con sus noches, de modo que cien historias fueron contadas en aquellos días en que la peste azotó la ciudad.



El testimonio de los cien textos creados durante aquellos días está AQUÍ




Funes el Melodioso

Memoria es -según definición lexicográfica-, la facultad psíquica por medio de la cual recordamos lo ya sucedido. Usualmente se cree que existe una oposición entre aquello se memoriza y aquello que se olvida pero, como señala Tzvetan Todorov [¡oh! ¡gran sensei!], la oposición se presenta no entre memoria y olvido, sino entre conservación y supresión. La memoria es el resultado de la dialéctica entre aquello que se conserva y aquello que se suprime; memoria consiste en seleccionar fragmentos del continuum del pasado, en detrimento de otros fragmentos que se dejan de lado, que se olvidan.


Del anterior razonamiento surge una conclusión que parecerá perogrullada o lugar común: para poder recordar, es necesario olvidar. Sin embargo, esta conclusión no es de ninguna forma una verdad de perogrullo: una dialéctica similar es la que nos permite comunicarnos; la lengua es una sistema que fragmenta –al igual que la dialéctica conservación-supresión- el continuum de la realidad; de entre esos fragmentos, elige aquellos que considera relevantes (pertinentes según la terminología lingüística) en detrimento que aquellos irrelevantes (no pertinentes); Después, los fragmentos pertinentes se organizan en un sistema (lengua), el cual permite la comunicación con los otros.


La misma dialéctica se presenta con los sentidos y con aquello que denominamos realidad (considerando realidad como contravoluntad, como todo aquello que se opone a mí y a mi existir). Nuestro desarrollo y evolución en cuanto especie fue eligiendo, a lo largo de millones de años, aquellas sensaciones que consideraba pertinentes para nuestra supervivencia como especie; nuestros sentidos se perfeccionaron para percibir ciertos olores, colores, sabores, sonidos y sensaciones que eran importantes, frente a otras sensaciones, sonidos, sabores, colores y olores que eran irrelevantes.


Si no fuésemos capaces de seleccionar y ordenar los fragmentos a conservar y los fragmentos a suprimir del todo-continuo que nos rodea, la existencia nos resultaría prácticamente imposible. Así sucede con Ireneo Funes, a quien la existencia le resulta molesta: para Ireneo resulta absurdo que la palabra perro pueda aplicarse a todos los seres que pertenecen al género canis y a la especie lupus famliaris. Para Funes cada perro es único e irrepetible; más aún, un perro visto de frente y el mismo perro visto de perfil no pueden para Funes ser el mismo ni tener el mismo nombre, pues cada imagen del perro se mantiene aislada y pura, ninguno de los recuerdos se puede sumprimir, asimilar o asociar otro, Funes carece de la capacidad de generalizar y relacionar las imágenes y conceptos que tiene en la cabeza; cada una es única e irrepetible. Por lo tanto Ireneo no tiene la capacidad de razonar, pues "pensar es olvidar diferencias, generalizar, abstraer"*.


Lo mismo le sucede a Frank Cotton, personaje del texto The Hellbound Heart (Adaptado al cine como la famosa película Hellraiser). Frank, buscando experimentar los máximos placeres posibles, invoca a unos seres denominados Cenobitas, los cuáles cumplen su deseo. Pero Frank se dará cuenta de que sentir todo no acarrea placeres sino dolor: la más suave corriente de aire, el más leve olor o el más ténue color son prácticamente insoportables. Cotton siente todo lo que le rodea, pero la sensaciones le llegan como un golpe que le hiere, el simple latido de su corazón es una agitación violenta dentro de su cuerpo; al estar totalmente abierto a la sensaciones, Frank se da cuenta de que placer extremo y dolor extremo son prácticamente lo mismo, son también un continuum.



Algo parecido le ocurre a cualquier melómano al enfrentarse a toda la oferta que ofrecen los blogs para descargar música. Hasta antes de que se pudiesen descargar álbumes completos desde internet, la oferta musical se limitaba a la que las tiendas de discos y comerciantes informales podían ofrecer; cuando algún conocido llegaba con un disco raro era lo máximo. Poseer cierta grabación difícil de conseguir era un gran mérito para cualquier melómano. Hoy en día, la oferta musical es ilimitada, con una simple computadora y acceso a la red se tiene acceso a cualquier disco de cualquier parte del mundo (generalmente sin costo alguno, si la descarga se realiza desde blogger, wordpress o livejournal), ya casi nadie puede presumir de tener un disco imposible de conseguir; la época en que una grabación casera en casette tenía un valor mayor que muchos discos originales ha quedado atrás. Cualquiera puede bajar el disco más raro del músico más subterráneo con la misma facilidad que puede ir a cualquier tienda a comprar un paquete de chicles**.


Podría pensarse que esta situación le haría sentir a cualquier melómano que está en los mismísimos campos elíseos, pero la situación no es del todo así. La oferta musical en internet es tan amplia que resulta difícil elegir qué se desea descargar y, de todo lo que se puede descargar, aún hay que darse suficiente tiempo para escuchar y degustar con atención cada disco que se baja. Entrar a un blog de descargas y enfrentarse con toda la música de la que uno puede hacerse resulta algo abrumador. Cualquier melómano quisiera bajarse todos los discos que un buen blog ofrece, pero los servidores no dan para tanto, además aunque se pudiese descargar todo, ¿cuándo se tendría tiempo suficiente para escucharlo?... y estamos hablando de UN solo blog, cuando la red ofrece miles –tal vez millones- de opciones alrededor del mundo. Lejos están aquellos días en que un disco nuevo era escuchado una y otra vez durante varias semanas, cuando poder comprar cuatro o cinco discos al mes era algo de lo más maravilloso que podíamos hacer; ahora, los blogs se actualizan constantemente -muchos de ellos diariamente- y ofrecen tanta música que decidir lo que se quiere escuchar resulta sumamente difícil. La música en internet, es también un continuum, del cual hay que seleccionar, conservar y suprimir. Cada que un melómano accede a un blog de descargas de música, debe sentirse tan tullido como Funes el memorioso.


*Borges, Jorge Luis, "Funes el memorioso", Ficciones, Madrid, Alianza, 1975, p 135
**La filtración del nuevo disco de Depeche Mode, semanas antes de su lanzamiento y a la cúal tenía acceso cualquiera que realizara en google la búsqueda "dm nuevo disco descargar" es una clara muestra de ésto


Finalmente, ofrezco al lector un pequeña lista de blogs que ofrecen excelente música. No son todos a los que debo mucha de la música que tengo, pero sí son de los mejores y los que con más frecuencia visito.


Pézimo, blog ecléctico, se actualiza diariamente y cuenta con varios servidores

Oufar Kahn. Blog con una enorme oferta de funk

Segio Sónico, desde Brazil, ofrece varias propuestas jazzísticas, algunas conocidas, otras no tanto.

Más jazz, desde el lado soleado de la avenida

Música gitana. Si te gusta la música de los filmes de Kusturica, aquí comprobarás que la No Smoking Orchestra es sólo un pequeño ejemplo de toda la música de los balcanes

Bistró Sonoro, acid jazz, funk, y lounge

Y por supuesto, la comunidad Taringa, que ofrece música, libros, películas, software y más


Actualización, el sitio de Pezimo en blogger ha sido eliminado y se ha mudado a wordpress. El link ha sido corregido-


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