sábado, 25 de julio de 2009

10 cosas sobre este junta-palabras

He sido propuesto por Jonathan para hacer este ejercicio de honestidad, el cual consiste en compartir 10 datos personales con los demás. Aquí van:

1. Soy un tipo poco complicado, soy sencillo y pragmático. Eso no significa que mi vida sea de color de rosa; sin embargo, creo que las peores cosas que le pueden suceder a cualquiera (problemas económicos, familiares, sociales, crisis de identidad) ya me ocurrieron. Espero no equivocarme, y si me equivoco, me ocuparé en su momento.

2. Desconfío de las posturas "pesimistas-posmodernistas". Creo que las ideas sobre el "Fin de la Historia", de la "Muerte del Arte", de la imposibilidad de la realización de la Justicia, sólo sirven para ocultar la haraganería intelectual y y la falta de compromiso (ante sí misma) de la generación contemporánea.

3. La gente tiende (no sé porqué... bueno sí, por mi facha intelectualoide) a considerarme más interesante o importante de lo que soy. Un ejemplo: durante mis primeros años en la universidad, gustaba de andar descalzo, no sólo en los pasillos y salones, sino hasta en la calle. Al verlo algunos pensaron que era una especie de postura a favor de la naturaleza o una protesta; la verdad es que, si andaba descalzo era simplemente porque podía: en primer lugar, durante mi infancia fui un niño bastante enfermizo, cada quince días enfermaba de las amígadalas, por lo tanto, debía cuidarme de cambios repentinos de temperatura por lo que no podía andar descalzo; en segundo lugar, cuando estaba en mi último año del bachillerato, me compre unos huaraches de suela de llanta, los cuales use a diario por más de tres años; su uso continuo favoreció el desarrollo de unas poderosas callosidades en ambos pies, las cuales mantenían mis plantas a salvo de piedras, grietas y cambios de temperatura: tanto del ardiente asfalto como de las heladas lozetas (todavía recuerdo mi habilidad para apagar colillas de cigarro con el talón sin sufrir daño alguno). Andar descalzo fue sólo cumplir un gusto que no pude realizar de niño... y nada más.


4. Me gusta caminar y, -como no tengo necesidad de usarlo-, viajar de vez en cuando en transporte público.


5. Me fascina la semiología, puede releer infinidad de veces a Umberto Eco, Tzvetan Todorov y Iuri Lotman.


6. Me gusta comprarme libros en Amazon o en la librería online de Gandhi, disfruto la espera del paquete por correo como si fuera un niño que espera un regalo sorpresa (aunque la única sorpresa sea el tamaño de la caja en la que vendrán empaquetados los libros).


7. Nunca he tenido problema con la soledad, solía ir a museos, al cine, a conciertos y a cantinas solo, sin necesidad de alguien para acompañarme. Coincido con Jodorowsky en que "soledad es no saber esta con uno mismo". Y sin embargo, tengo la suerte de tener a mi lado a una mujer sumamente inteligente, atractiva e irresistible.


8. Uno de mis recuerdos más graciosos, tiene que ver con la ocasión que Nas (la mujer del punto 7) y yo fuimos a acampar a la playa. Durante ese viaje, decidí que quería regresar con un bronceado parejo, por lo cual iba a asolearme desnudo. En uno de esos días, nos alejamos de las enramadas donde la gente estaba acampando y nos dirigimos a una zona donde una barra de arena dividía el mar de una pequeña laguna. Cuando llegamos al lugar, me quité el traje de baño y me tumbé boca abajo a tomar el sol; no habían pasado ni diez minutos cuando una lancha con unas veinte mujeres a bordo pasó a no más de 20 de metros de donde estaba acostado. Sobra decir que los gritos y chiflidos no se hicieron esperar, Nas sólo empezó a reir y yo soporté con estoicismo hasta que la lancha se perdió de vista. Sobra decir que no pude soportar mucho tiempo el ardiente sol por lo que finalmente desistí del bronceado y me metí a la laguna a nadar.


9. Me gustan mucho los perros; todos los perros de mi calle me conocen. De hecho, tengo mejor relación con algunos de ellos que con mis propios vecinos.


10. Tengo gustos un tanto anacrónicos, antes que buscar desesperadamente nuevos escritores, músicos, pensadores, pintores... prefiero conocer y reconocer lo ya hecho. No es que caiga en el clásico: "los tiempos pasados fueron mejores", pero me da "flojerita" muchas de las cosas que se editan, publican y crean hoy en día.


Y de "pilón":
11. Mi verdadero nombre no es -evidentemente- Jacques, sino Daniel.

viernes, 17 de julio de 2009

A la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana

La reciente boda de nuestro ilustre expresidente con su adorada Martha, nos ha demostrado que la Iglesia Católica respeta ante todo sus propios sacramentos. La forma en que fue anulado el antiguo matrimonio de Chente, fue una muestra de que la Santa Sede nunca se pliega a influencias políticas y económicas en su toma de decisiones; la realización de la boda fn los terrenos del Rancho San Cristobal, cuando se supone que toda ceremonia religiosa fuera de una iglesia no tiene valideza alguna, nos demuestra cómo esta institución respeta ante todo sus propias normas. Que la ceremonia fuera oficiada por un Legionario de Cristo, cuando esta organización es investigada por casos de pederastía es una prueba de la profunda preocupación de la Iglesia por quiénes son los representantes de dios en la tierra.

Por lo anterior, vaya este pequeño poema de Felix María Samaniego, una muestra de la santidad y congruencia presentes, desde tiempos inmemoriales, en esta sacra organización.

La reliquia

Un confesor gilito
en opinión de santidad estaba,
por lo que despachaba
de penitentes número infinito.

Además, este padre reverendo
llevaba en un remiendo
de su negra pretina
cosida una reliquia peregrina
con muchas indulgencias
que evitaban penosas penitencias
siempre que con dos dedos la tocaba
al tiempo de absolver al confesado,
y así todo pecado
con esta ceremonia perdonaba.

De clases diferentes
el número creció de penitentes,
sabiendo la excelencia
de la nueva indulgencia
que este varón profundo
igualmente aplicaba a todo el mundo.

Una moza morena
llegó a sus plantas, de pecados llena,
con ojos tentadores, talle listo,
y unas tetas que hicieran caer a Cristo,
pues, conforme a la moda,
ya en taparlas ninguna se incomoda.

Empezó a confesarse
y, así que llegó al sexto mandamiento,
de torpes poluciones a acusarse
con tanta contrición, que el movimiento
de su blanca pechera
simpatizó del fraile el instrumento,
como era natural, de tal manera
que le causó cuidado
sentírselo de pronto tan hinchado.

La iglesia estaba oscura,
la gente no era mucha y, temeroso
de más descompostura,
el bendito varón acudió ansioso
al corriente remedio
de empuñar con recato por en medio
el miembro rebelado;
y esto fue tan a tiempo ejecutado,
que hizo un memento homo
pasándole la mano por el lomo.

La moza acabó en tanto
su confesión, y dijo al varón santo:
-Echeme, padre mío,
la sacra absolución en que confío,
y aplíqueme, le ruego, la indulgencia
que su reliquia tiene,
pues la virtud que en ella se contiene
puede excusar más grave penitencia.

Oyendo estas razones,
de su meditación medio aturdido,
el fraile volvió en sí dando un ronquido;
sacó de sus calzones,
para absolver, la mano humedecida;
tocóla en la reliquia consabida
y, en vez de bendición, echó rijoso
a la moza un asperges muy copioso.
-¡ Jesús!, ella exclamó. ¿ Para qué es esto
que me ha echado en la cara?

Sintiera que pegado se quedara,
pues parece de gomas un compuesto.
A que respondió el fraile: -Eso, sin duda,
es, ¡ ay!, que ha cometido un gran pecado,
hermana, y perdonárselo ha costado
tanto, que a mares la reliquia suda.

Jardín de Venus
Cuentos burlescos de don Félix María Samaniego
Escriviólos en el Seminario de Vergara de Álava
por los años de 1780 y tienen burlas de frayles y
monjas y mucho chiste y regocijo. Este autor lo es
las Fábulas literarias, natural de la villa de La
Guardia en Guipúzcoa y señor de las cinco villas
del valle de Arraya.
(Es propiedad de José de Bulnes, vecino de Potes,
año 1792)

lunes, 13 de julio de 2009

Toy Story I

...y cuando el niño salió de la habitación, sucedió la cosa más increible:










martes, 7 de julio de 2009

He de confesar...

Todos deben saberlo, mis manos te han maltratado. No puedo, ni quiero negarlo; soy consciente de que muchos se escandalizarán, y sin embargo, no tengo problema alguno en hacerles saber que te he dejado mis marcas sobre la dermis. Muchas de esas marcas pueden ser removidas, aunque te dejarán cicatrices; otras en cambio, han sido trazadas tan profundamente que para desparecerlas tendrías que sufrir horribles mutilaciones, esas marcas permaneceran contigo hasta el fin de tus días.

No eres la primera, ni tapoco serás la última. No es tu culpa claro, no puedo mentir. Sólo yo soy responsable, el daño que te he hecho ha sido debido a mis incapacidades, no a las tuyas. A muchos les horrorizará, pero creo que no hay otra forma para que podamos hablar, la única manera que existe para dialogar contigo es hacerte esas heridas, que son ya parte inseparable de tí. Paradójicamente, sólo dejándote esas señales podrán permanecer en mí esas palabras, imágenes, ideas y pensamientos que me has compartido al estar juntos.

No, no confundas las cosas, no lo hago para que el siguiente con el que estés te menosprecie al ver lo que te he hecho, no lo hago para obligarte a estar sólo conmigo. Yo mismo no tengo problema alguno cuando me encuentro con alguien que tiene marcas similares a las que dejado en tí; si antes de llegar a mí hubieras sufrido con otro lo que has sufrido conmigo, hubiese sentido -más que envidia o celos-, una especie de curiosidad voyeurista; me encantaría ver las huellas, los signos inborrables de que hubo otro a quien le regalaste -como a mí-, las palabras, imágenes, ideas y pensamientos que habitan en tí, me parecería fascinante hurgar en tus cicatrices y reflexionar sobre lo que ese otro pensó, sintió e imaginó estando contigo.

Pero ese no es el caso, llegaste a mí sin mácula alguna y, cuando yo ya no esté, se quedará en tí la señal de que estuviste conmigo. Debes saberlo: a algunos no les gustará tu aspecto, muchos fruncirán el ceño al verte; pero puedes tener la seguridad de que nada de lo que te pase a mi lado te cambiará, serás siempre la misma; a pesar de todo lo que te pueda hacer, tu esencia no mudará. Yo en cambio, me transformaré; nada será igual para mí después de haber compartido estos momentos contigo, esas marcas que te he hecho me marcarán a mi también, me permitirán reconocer tu esencia, recordar el tiempo juntos cuando, después de alejarnos por un tiempo, vuelvas a mí. Porque volverás, tenlo por seguro.

No quiero parecer cínico, pero estoy seguro que hay otros como yo; otros que, de estar contigo, te harían lo mismo que yo te he hecho. Pero también estoy consciente de que hay otros que censurarán mis actos, que piensan que lo que hago es una costumbre bárbara y deleznable. Como sea, no tengo reparo alguno en aceptarlo ante tí y ante todos: lo he hecho en tí, lo hice en otras antes y lo haré en otras después... he de confesar que suelo subrayar, marcar y hacer anotaciones sobre las páginas de algunos de mis libros.





Humanidades vs ciencias duras

El dilema gnoseológico entre las humanidades y las ciencias duras puede resumirse mediante el siguiente enunciado:


Mientras las humanidades permiten al hombre conocer nada sobre casi todo,
las ciencias duras le llevan a comprender
todo sobre casi nada.




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