viernes, 13 de marzo de 2009

Del Absinth como elemento detonante de la creación del objeto estético





[…] la fuente de inspiración de las mas(sic) grandes personalidades de la loca(recontra-sic) Bohemia […]

-absinth.com.mx


La primera vez que escuche hablar del Absinth (o absenta) fue de boca del B en mi cumpleaños hace dos ídem, sólo un par de meses antes de que lo probasemos en casa del mismo B y An. Hasta ese momento, y pese a mi formación "letrosa", ignoraba totalmente la existencia de esta bebida de hasta 89,9° de alcohol (el que probamos era, si no recuerdo mal, de 71°) a la que le entraban con harto gusto Wilde, Van Gogh, Rimbaud, Tolouse- Lautrec, Baudelaire y Verlaine, entre otros personajes de la "bohemia" y la "intelectualidad".


Aquel día (mi cumpleaños), estaban además del B y An, Ka y Ba; los cuatro nos contaron a Nas y a mí que ya lo habían probado y nos hablaron sobre la famosa preparación del "Hada Verde", así como de los tantos mitos que giran alrededor de esta bebida checa: que si provoca alucinaciones; que si su consumo fue la causa de que Van Gogh se cortara la oreja; que si fue la musa que inspiró la obra de los artistas ya señalados; que si las tujonas que contiene pueden causar desde convulsiones hasta la muerte… Tanto fue lo que hablamos que quedamos de acuerdo en comprar una botella para probarla.


Poco después, An llamó a Nas y le planteó que nos viéramos antes de fin de año, juntarnos los seis (invitando también a Gab y J) para preparar una pequeña cena entre "cuates" y rematar tomando absinth, lo cuál nos pareció una excelente idea. Debido a que nuestras respectivas casas no se encuentran cerca una de la otra, acordamos depositar en la cuenta del B nuestra cooperación para los gastos que la cena implicaría. En un principio Nas y pensamos que la idea sería comprar lo necesario para la comida, UNA botella de absinth, y tal vez unas cervezas, sin embargo, estábamos equivocados.


Llegó el día de la cena, llegamos a casa de An y el B y cuál fue nuestra sorpresa al ver no una, sino TRES botellas de absinth esperándonos. Nas y yo comentamos, -tal vez no es mucho, de hecho, son tres botellas y somos ocho personas-. Gran error, unos minutos después, llamó J para decir que no llegarían ni él, ni Gab, de modo que nos tocaria aproximadamente media botella por persona; aún así volvimos a comentar, -"tal vez sólo nos acabamos una, no vamos a aguantar tanto"; en eso, la cena estuvo lista y nos sentamos a la mesa. Después de cenar, el B impaciente destapó la primera botella y preparó la primera "hada" para Nas; sirvió el licor en un vaso, con un poco de agua, acomodó un terrón de azúcar sobre una cuchara colocada transversalmente sobre los bordes de aquél, vertió un poco de ajenjo sobre el terrón y le prendió fuego; lentamente el azúcar fue derritiéndose y cayendo directamente en la bebida, hasta que finalmente el terrón desapareció de la cuchara. La siguiente "hada" fue para mi, después el B preparó la de Ka, An y la propia; como siempre, el B "sugirió" tomarla de un solo trago, pero ni Nas ni yo accedimos, dimos un sorbo a nuestra respectiva "hada" y comentamos que tenía un sabor anisado, con un ligero gusto a hierbas. La noche continuó, junto con la plática, la música y las hadas verdes.


Poco a poco, desapareció el agua de nuestras copas y aparecieron "caballitos" (no entiendo para que usar el anglicismo shots) junto a las hadas. Terminamos la primera botella y aún no veíamos noches estrelladas, ni nos venían a la cabeza poemas saturnianos. Se terminó la segunda botella y las hadas desaparecieron, dejando su lugar a los equinos "flameados", aparecieron además cervezas y mezcal en su humilde garrafa de plástico; de visiones impresionistas o inspiraciones simbolistas... nada. Para la tercera botella, la cerveza se habían terminado y los caballos de mezcal nos servían para quitarnos el gusto de los caballitos de absinth; para entonces sentíamos una extraña euforia, sin embargo nada de alucinaciones, o de "imaginación desbordada". Al final sólo quedó un "chorrito" de licor en la botella que bebieron unas semanas después Gab y J. El saldo final: 2 botellas y 6/8 de absinth, una cartón de cervezas, garrafa y media de mezcal y media botella de vino tinto.


Al día siguiente, gracias a las bondadosas propiedades del ajenjo como tónico gástrico no sentimos ningún malestar o resaca. Teníamos recuerdos de la noche anterior, pero como si no los hubiesemos vivido nosotros; yo me sentía como si sólo hubiese sido testigo de la borrachera de otras personas. Concluí que una de las grandes virtudes del consumo de absinth era que provocaba un estado de ebriedad bastante –si se me permite el oxímoron- lúcido; sin embargo, hace poco me comentó Ry que él logró el mismo efecto con güisqui barato, por lo cual me pensé que tal vez nos habría convenido comprar ese güisqui y ahorrarnos lo gastado en las tres botellas de ajenjo… No, la verdad es que si bien el absinth no me fascinó, si me dejó con la tentación de comprar otra botella, cosa que hice apenas ayer. La tengo guardada para alguna ocasión especial, o para cuando el antojo me gane.


Ahora, ¿qué tiene que ver el título de este post con el texto aquí publicado? pues nada, así como nada tiene que ver el consumo absinth con ser "artista", con que Rimbaud escribiese Una temporada en el infierno o con que Van Gogh pintase Los girasoles. El consumo del absinth es muchas veces acompañado de actitudes snob y kitsch (entendiendo kitsch desde la perspectiva que plantea Umberto Eco) que nada tienen que ver con disfrutar una bebida como otras tantas. A fin de cuentas se puede gastar lo mismo o más en una botella de brandy, güisqui o cognac; o bien puedes invertir lo mínimo en una garrafita de plástico llena de Tonaya; lo que importa al final es la compañía y la buena charla.


Aquí información objetiva y veraz sobre el absinth

2 comentarios:

  1. Magnifica descripción de lo acontecido en casa del B y de los efectos del licor de ajenjo en nuestros cuerpos y cerebros, que como bien mencionas jamas se vieron iluminados por la creatividad y genialidad incomparables de los artistas que ya conocemos. Sin embargo, las tertulias a tu lado siempre tienen algo de poético y maravilloso con o sin absinth... Te amo!!!

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  2. woowwww, y yo te amo a ti nasdira

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